Archivo mensual: julio 2020

DIANA DE ORO 2020

El incombustible velero PEQUEÑO ESCOTA, que abandonó la competición de primer nivel en el año 2016 manteniendo solo una actividad de regatas ocasionales, ha vuelto por sus fueros este verano 2020 a pesar de mil y una dificultades y problemas para disputar -en compañía del también velero de Oliva ESPITOSH- la 49ª Edición de una señera regata del Mediterráneo Occidental, la DIANA DE ORO que organiza el Club Naútico de Dénia.

Junto a viejos compañeros y colegas de otras regatas, supervivientes de la marea de abandonos y deserciones en este deporte como el «Gran Caballero» BARBABLU, el diminuto FANDANGUITO o el pequeño Manzanita ALITAN 3, PEQUEÑO ESCOTA ha tenido que competir en una clase casi marginal, pues la «flota» de verdad (la que venía a por el premio) estaba compuesta por auténticos aviones de línea como el Frers 45 AQUARELLE, el J99 DJANGO o la tremenda flota de First 40.7 capitaneada por el multicampeón CAFES GRANELL con A. Granell y Kiko Moret a bordo.

Se esperaba una situación de vientos flojos del norte compatible con todos los modelos y partes. Para la tripulación de PEQUEÑO ESCOTA, que configuró el barco para viento flojo hasta 12 nudos, fue muy desagradable comprobar que, aparte de su marginalidad en la flota, el viento del norte se reforzaba con una situación de levante que dejaba 18-24 nudos de viento a la ida a la Peñeta del Moro y 16-18 nudos de regreso a Dénía (48 millas de recorrido total) con olas de 1,5-2 metros que le negaban al pequeño y viejo velero cualquier mínima posibilidad.

Sólo quedaba resistir, que fue lo que hizo la tripulación. A la ida, olas y viento hicieron temer por la vela mayor ligera y el timón, produciéndose, por fortuna, sólo algunas roturas menores. Pero, a pesar de una excelente salida guiada por el ganador de la Edición 2017, OPTIMUMM, toda la flota se abalanzaba por barlovento dejando a PEQUEÑO ESCOTA con apenas un puñado de barcos por detrás. Las condiciones no se establizaron hasta la altura de la sierra de Segaria, cuando ya la selección se había hecho, y PEQUEÑO ESCOTA (con la fiel compañía de ESPITOSH) apenas tenía unos pocos barcos siguiéndole.

Llegados a la Peñeta del Moro alrededor de las cuatro de la tarde, por fin comenzó para ambos barcos el «tramo agradable» de la regata, con viento y olas a favor que hacían planear los barcos a velocidades superiores a los ocho nudos. Pero, llegando a Dénia ¡nueva catástrofe para los pequeños!. Mientras los mayores iban entrando con viento, este se encalmaba y PEQUEÑO ESCOTA se veía incluso obligado a izar su Código 0 para conseguir cruzar la meta completando el recorrido en 8 horas 26 minutos, cuando el primer «avión» con derecho a trofeo lo hizo en poco más de seis.

No hubo esta vez premio alguno para los dos barcos de Oliva que, aún así, terminaron su recorrido y regata disfrutando del amable recibimiento del Club Naútico de Dénia, con unas cenas de gala y despedida a resaltar por su categoría y calidad. También la atenta presencia del presidente del CN Dénia, siempre pendiente del desarrollo de la prueba. En realidad, ha sido una edición llena de inmensas desigualdades, en las que los barcos menores se han visto fustigados por una mala fortuna que casi cabría calificar de cruel (deportivamente hablando) por su ensañamiento. Pero así son las regatas, amigos, y al pobre perro viejo todo se le vuelven pulgas.

(Ahorraremos las clasificaciones por no aumentar el ambiente depresivo post-pandémico. El interesado puede encontrarlas en la web del CN Dénia)

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